Dr. Ricardo Bulnes Molina

El bienestar biológico psicológico y social de cualquier ser viviente es y ha sido el fundamento de la vida, la salud y por lo tanto de la felicidad.

Crear y sostener ese estado de bienestar implica mantener un balance entre los factores que lo promocionan y los factores que amenazan porque la vida es acción, y esta a su vez es el producto del movimiento permanente de sus elementos constitutivo, desde los más simples hasta lo más complejos.

Igual que el átomo, todos los elementos que conforman el componente biológico del individuo, la célula, se mantienen una permanente y perfecta comunicación entre sus elementos constitutivos, en su núcleo y en el citoplasma y entre ambas partes, todo a través de un sistema de mensajería interna que le sostiene funcionando y reproduciéndose para perpetuar su especie, esto es: manteniéndole con vida y para la cual fue creada.

Las células no son entes aislados, se agrupan y forman órganos y tejidos que se comunican permanentemente entre si de tal manera que todo el cuerpo funciona como una sola unidad, integrada y coordinada, todo ello, por medio de un sistema de la comunicación neuronal, (sistema nervioso) hormonal (sistema endoctrino) o del simple contacto directo entre ellos, etc. Y así el individuo funciona como un ente armónico.

Pero, mantener ese perfecto estado funcional interno en condiciones que le proporcione bienestar requiere de un cuidadoso y permanente equilibrio entre los factores internos y los externos del medio que lo rodea.

El individuo no es un ente aislado, es un ser viviente, por lo tanto se mantiene en relación constante con otras personas, con las cuales convive, social y afectivamente, y para ello requiere de una adecuada y permanente comunicación interpersonal, que a su vez lo lleva a contraer compromisos inherentes a su condición humana y siempre y cuando estos se mantengan en balance, le producirá un bienestar psicológico.

Así mismo el individuo se desarrolla, vive y convive en un ambiente social que puede ser aceptado, agradable, cultural y económicamente soportable, pero también puede ser hostil agresivo inseguro y en todo sentido insatisfactorio con el consiguiente impacto en el bienestar social.

Mantener la salud, por lo tanto, significa mantener ese bienestar entre todas las partes componentes del cuerpo, (biológico), de su estado mental (psicológico) y su relación el ambiente (social) y la afección de una de sus partes afecta el todo, así una alteración en ambiente social, en el que vive, le afectará en el aspecto mental y biológico.

Si no se mantiene el balance el BIENESTAR desaparece y por lo tanto hay MALESTAR, es decir se ha perdido la SALUD y aparece la ENFERMEDAD.